Marke: Janod
Referenz: J05164
Mesa musical compuesta por un platillo, una campana, un rascador, un mec-mec y un tamboril amovible. La baqueta es una bonita libélula con alas de fieltro para iniciar a su hijo(a) en la música de forma lúdica.
La mesa musical es una encantadora introducción al mundo de los sonidos y el ritmo, diseñada especialmente para los más pequeños. Esta completa estación de música está equipada con una variedad de instrumentos cuidadosamente seleccionados para estimular los sentidos y el desarrollo creativo de tu hijo(a). Compuesta por un platillo, una campana, un rascador, un mec-mec y un tamboril amovible, ofrece un abanico de sonidos que permiten a los niños explorar diferentes ritmos y texturas musicales.
Lo que hace que esta mesa sea especialmente mágica es la baqueta, con la forma de una bonita libélula con alas de fieltro suave. Este diseño único no solo es atractivo para los niños, sino que también invita a una experiencia sensorial completa, pues mientras tocan, también pueden sentir la suavidad de las alas. La combinación de la libélula y los instrumentos hace que la música se convierta en un juego lleno de diversión, donde los niños pueden golpear, raspar, agitar y descubrir una variedad de sonidos.
El platillo proporciona un sonido brillante y resonante, perfecto para marcar el ritmo, mientras que la campana añade un toque alegre y tintineante que encantará a los pequeños. El rascador es ideal para crear efectos sonoros más suaves y texturizados, enseñando a los niños a experimentar con diferentes intensidades de sonido. Por otro lado, el mec-mec produce un sonido divertido y peculiar que seguramente hará reír a los pequeños mientras juegan.
El tamboril amovible ofrece la posibilidad de llevar la música más allá de la mesa. Al poder quitarse, el tamboril puede utilizarse en cualquier lugar, lo que fomenta la creatividad y la libertad de movimiento. El niño(a) puede experimentar con ritmos mientras juega alrededor de la casa, en el patio o en cualquier otro espacio.
La mesa musical no solo promueve la exploración de los sonidos, sino que también es una excelente herramienta para el desarrollo de habilidades motrices finas y la coordinación mano-ojo. Golpear el tamboril, rascar la superficie o agitar la campana requiere de control y precisión, lo que ayuda a los niños a mejorar su destreza manual mientras se divierten.
Además, al estar diseñada con colores vivos y formas atractivas, la mesa musical despierta la curiosidad y capta la atención de los más pequeños, manteniéndolos interesados durante largos periodos. Esto no solo estimula su creatividad, sino que también les proporciona una vía para expresar sus emociones a través del sonido, lo que es crucial para su desarrollo emocional y cognitivo.
En definitiva, esta mesa musical es mucho más que un simple juguete: es una puerta abierta al mundo de la música, una herramienta que fomenta la creatividad, la coordinación y la imaginación de los niños, haciéndoles disfrutar mientras aprenden a descubrir los sonidos que los rodean. Ideal para que los pequeños músicos comiencen a explorar sus primeras notas de manera divertida y educativa.